Edgington, quien comenzó su carrera investigando el clima antes de aterrizar en el mundo de las criptomonedas, entendió por qué su hija pensaba eso. “Con razón o no, ella absorbió una narrativa ambiental muy tóxica”, comentó. “Quiero decir: es un poco difícil defender ‘stickers para adultos’ que emiten, según algunas estimaciones, un megatón de [dióxido de carbono] a la semana”.