“Con las reglas de los futuros juegos de minería, apuestas y comercio aún bastante borrosas, y el valor de los activos cripto enormemente sensible a las condiciones volátiles en los mercados financieros, está claro que invertir en el salvaje oeste cripto sigue siendo un negocio muy arriesgado”, explicó Susannah Streeter, analista senior de mercados de Hargreaves Lansdown, en un correo electrónico.